En apariencia tienen un aspecto muy distinto, pero las setas mágicas y las trufas mágicas guardan bastantes similitudes entre sí. Sobre todo porque ambas cuentan con el mismo compuesto psicoativo, que es el encargado de adentrarnos en ese mundo de emociones, sensaciones y de experiencias inigualables.
Las trufas mágicas son principalmente la parte de la seta que crece bajo tierra y que tiene la misión de ser empleada como reserva de alimento por el resto del organismo. No se alejan demasiado de las setas mágicas en cuanto a intensidad y potencia, consiguiéndose con estas dos opciones unos resultados muy parecidos.
Qué diferencias físicas hay
En ese intento por encontrar diferencias entre ambos productos, hay que destacar que las setas y las trufas crecen en lugares distintos. En el caso de las primeras, crecen por encima del suelo, mientras que con las trufas ocurre casi lo contrario, ya que lo hacen de manera subterránea, contiguas a las setas.
Las trufas resultan más fáciles de secar debido a la menor cantidad de agua que tienen, pero eso no impide que el proceso de almacenamiento de ambas resulte prácticamente igual. Una vez secadas, una de las mayores diferencias se encuentra en el tamaño y forma. Las trufas presentan un aspecto reducido, llegando a encoger todavía más en ese secado. Por su parte, las setas mágicas están disponibles en distintas dimensiones.
También se aprecia ciertas diferencias en cuanto a su contenido de humedad. Se reduce al 5-10% en las trufas mágicas. De ahí que presente un aspecto rugoso y duro, mientras que las setas suelen ser más blandas.
Cuál de las dos opciones me permitirá disfrutar de una experiencia más intensa
Puede haber debate sobre cuál de estas dos opciones planteadas cuenta con más potencia para obtener una un mayor colocón. Pero en realidad las dos tiene tienen los mismos alcaloides psicoactivos, entre los que se encuentran la psicolina, psilocibina y beocistina.
Algunos sostienen que las trufas resultan menos intensas en sus efectos, pero no hay investigaciones científicas que puedan avalar esta teoría. Los expertos en la materia creen que cualquier diferencia que se aprecie podría atribuirse posiblemente al proceso de venta y al consumo. Y es que muchos de los que recurren a las trufas mágicas las ingieren de manera más responsable.
Sí que es probable que pueda distinguirse una cierta consistencia de la potencia. Y esto es debido al tamaño de las setas, que por lo general suele ser mayor al de las trufas. La proporción de compuestos psicoactivos por cada gramo puede variar bastante. Cuando se tratan de trufas, esa intensidad resulta más homogénea debido a su forma más compacta.
En principio los efectos psicodélicos y eufóricos deberían ser iguales en ambos. Se comenzaría el viaje con un subidón de euforia, que evolucionará hacia alucinaciones y plenitud. El viaje al que nos conducen es profundo e intenso.
¿Son sustancias seguras?
Antes de consumir setas o trufas mágicas es preciso que conozcamos los efectos que provocan, además de estar debidamente preparados. Solo así podremos lidiar con esas emociones negativas que pueden originarse en plena experiencia. Para ello resulta necesario rodearse de un entorno en el que estés a gusto, con gente que te aporte seguridad y confianza.
Procura retirar los elementos estresantes o ruidosos para que la experiencia resulte lo más gratificante posible. Es cierto que al tomarse con moderación, los riesgos de padecer experiencias desagradables o impredecibles se reducen.
Cómo comprar las trufas mágicas
Las trufas mágicas se pueden adquirir online y recibirlas en casa sin ningún tipo de problema. Llegarán a nuestro domicilio listas para consumir y con unas instrucciones detalladas. Sin embargo, con las setas no sucede lo mismo, ya que no están disponibles a través de este canal de venta.
La solución que se plantea pasa por hacerse con kits de cultivo casero y cosecharlas por nuestra cuenta. En Internet dispones de toda la información precisa para realizarlo. Una vez que las tengas listas se podrán mantener en buen estado durante años e incluso congelarse.